Dice Ana Pastor que
"señalar a periodistas es lamentable". Es decir, que debemos
tragarnos toda la basura que suelta Inda o Vallés, digerirla sin agravio, no
rechistar, aunque conviertan los medios en un estercolero. No, Pastor, ante la
inmundicia informativa no vale con taparse la nariz. No nos olvidemos que la
Pastor (Ana) periodista cobra de Atresmedia, propiedad de una familia catalana
de muy de derechas. No se nos olvide a quien le debe pleitesía la Ana Pastor
(periodista).
Ese corporativismo de Ana Pastor es indicativo de su
calidad periodística. O sea, entre periodistas se pueden decir de todo. Pero
pobre del que, sin serlo, se atreva a criticarlos. Ellos tienen la exclusiva.
El que tenga otra profesión, queda inhabilitado.
El rey es inviolable, la
justicia intachable, los medios irreprochables. Democracia plena.¿Sabéis cuántos periodistas salieron a denunciar y cuántos ofendiditos tuitearon para solidarizarse con la víctima? Exacto.
¡Ahora resulta que no se
puede criticar a un periodista, tócate los cojones!
¿Sabéis dónde estaba el
periodismo corporativista mientras se censuraba a colegas por ser incómodos
para la derecha, mientras se le quitaban programas y se les negaban espacios en
los medios? Exacto.
¿Sabéis qué hacían los
periodistas ofendiditos mientras en este país se difundían pruebas falsas, se
fabricaban informes y hasta se llegaban a publicar las ecografías del embarazo
de una política? Exacto.
¿Sabéis a qué se dedicaba el
periodismo tiquismiquis mientras se ejecutaba el plan para desacreditar una
fuerza política, para torcer unas previsiones electorales, torpedear un
gobierno de cambio y en definitiva subvertir la democracia desde los medios?
Exacto.
Algo funciona mal en la
conciencia del periodista que se indigna cuando se denuncia la guerra sucia
mediática y calla cuando se asesina a un colega en Irak o se descuartiza a otro
en un consulado saudí.
En España los únicos que
deben ser intocables son los periodistas. Mucho ofendidito por las críticas que
recibió Vicente Vallés. La primera Ana Pastor. Querida, si el periodismo no
tiene que ser objetivo al menos debe ser honesto. ¿Pa cuando hablarás de Inda
el amigo de Ferreras?
Llamarlo periodismo es un
insulto a la profesión. Los periodistas critican el nivel de los políticos, ven
la paja en ojo ajeno pero incapaces de ver la viga en el propio. El nivel del
periodismo es penoso.
Aquí no se puede criticar a
periodistas, ni a la monarquía, ni a los jueces. Aunque todos ellos sean parte
de un caduco sistema corrupto postfranquista que acabaron con la República y
que no quieren que en España haya democracia de una vez por todas
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